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Hacer un inventario de habilidades y actualizar tu imagen profesional son metas clave para el año; mexicanos ocupan los primeros lugares en una encuesta sobre propósitos laborales.

La recomendación es redactar un plan donde el empleado plasme dónde se encuentra, hacía qué punto busca avanzar, así como pasos y herramientas para cumplir el propósito laboral. Ese programa de acción debe estar a la vista para valorar los avances y hacer ajustes.

Un punto de partida es fijar un espacio para hablar con el jefe y el equipo a fin de recibir retroalimentación sobre tu desempeño y mencionar aspiraciones profesionales. La parte de capacitación es un paso estratégico para manifestar tu interés de crecimiento a nivel laboral y de preparación profesional.

Estas son 13 propuestas que pueden conformar tu lista de deseos:

1. Analiza el escenario profesional. Pregúntate si tu trabajo permite explotar tus habilidades y pasiones, así como si el salario es proporcional a las responsabilidades. Tras hacer un análisis profundo de estos puntos, determina si te encuentras en el lugar adecuado. Si el trabajo actual no cubre tus expectativas esto deberá ser el foco para establecer los puntos a trabajar para encontrar otra oferta.

2. Analiza tus habilidades y conocimientos. Este ejercicio ayuda a evitar que tu carrera profesional se estanque por falta de preparación, no caigas en el error de creer que la simple experiencia adquirida será la que podrá catapultar tu desarrollo laboral. Puedes empezar por establecer un FODA, es decir, escribir tus Fortalezas, Oportunidades, Debilidades y Amenazas. Esto es un mapa inicial para detectar que habilidades puedes explotar y qué aspectos limitan tu desarrollo. Enlista en qué proyectos te sientes más o menos capacitado para participar.

3. Enumera resultados. Enlista tus logros en 2012 y cuantifica con el mayor detalle posible. ¿Qué tan rápido concluiste un proyecto?, ¿cuánto trabajo realizaste con menos personal?, ¿en qué porcentaje contribuiste a incrementar los números de la empresa? Esta información puede ser útil a corto plazo para evaluar tu de desempeño, solicitar un aumento de sueldo, ascenso, o cambio de área, explica Kahn.

4. ¿Qué más puedes dar? Una vez que tengas un panorama laboral, analiza cómo dar un extra en el desempeño, si tu trabajo actual lo permite, o si debes dar este paso para laborar en otro lugar.

Si la meta es contratarte con otro empleador, revisar los sitios de Internet de forma esporádica no es lo mejor. La búsqueda laboral debe ser tu trabajo diario. Cambiar tu forma de moverte en lo profesional requiere un cambio en la forma de organizarte.

5. Refuerza la red. La temporada de fiestas es la excusa perfecta para mandar correos de agradecimiento. Considera redactar algunos correos con felicitaciones de año nuevo para quienes han apoyado o puedan respaldar tu crecimiento profesional, expone Ryan Kahn. Actualiza tu red de conocidos para cubrir huecos de información.

6. Sé un internauta proactivo. Además de actualizar tu información en redes sociales profesionales (como LinkedIn, Viadeo) ponte como meta ser una referencia de tu profesión, es decir, que otros acudan a ti por los artículos, ligas y noticias que publicas. Quizá no puedas hacer esta actividad diario, pero date un tiempo una o dos veces a la semana. Es una forma de permanecer vigente en tu medio. Si se trata de actualizar aprovecha para renovar tarjetas y cartas de presentación, y cualquier otro documento vinculado a tu imagen profesional.

7. Renueva el currículo. Aunque no tengas en mente cambiar de empleo, es importante tener este documento vigente. Anexa nuevas funciones, resultados, capacitación adquirida, avance en algún idioma o programa. Páginas como visualiza.me permiten establecer tu experiencia con gráficos.

8. Sé puntual. No sólo en lo relacionado a tus entregas, o llegar a tiempo al trabajo, ponte como meta ser más “selectivo” y menos “abarcador”. Un problema frecuente es no saber decir “no”, expresa la psicóloga por la UNAM y orientadora vocacional, Leticia Pérez Martínez. Esta conducta guarda relación con el escenario laboral actual: “cómo decir no a más trabajo, si los empleos escasean”, explica.

Aquí hay otro ejemplo de selectividad: si quieres contratarte en una empresa diferente, enlista los empleadores, personas y hasta sitios web en donde colocarás el CV. Enfócate en ello en vez de tomar cuanta oferta salga, pues eso implica escoger trabajos en la inercia.

9. Toma la iniciativa. Dejar que la empresa diseñe tu programa de capacitación resulta natural y tentador, la mayor inversión corre a cargo de ellos. No en todas las organizaciones se cuenta con este modelo de trabajo, o se incluyen entrenamientos exclusivos de las funciones que realizas. Si careces de este apoyo o quieres un curso diferente, ponlo en la lista, no esperes que alguien más se encargue de dar vigencia a tu perfil laboral. Alinea la elección a tus metas profesionales, puedes empezar con un taller corto, clases de idiomas o aplicar a becas para ofertas de capacitación de mayor costo.

10. Cierra ciclos. No sólo en materia personal, este año puedes ocuparlo para concluir trámites que frenen tu desarrollo en el trabajo, como titularte, certificar tus conocimientos de un idioma o alguna destreza técnica, entre otros. Quizá no te negarán un empleo por no hablar bien inglés, pero si lo haces, tienes una ventaja frente a otros candidatos y una herramienta para negociar con los jefes.

11. Redacta 5 preguntas importantes.¿Qué conocimiento me falta? ¿cómo me llevó con las personas claves en la organización? ¿cómo es mi relación con el equipo, me apoyarían? ¿de qué manera vendo mi talento? ¿cómo estoy en idiomas? Este ejercicio no busca avivar la ansiedad del empleado, sino “que tome consciencia sobre lo que necesita para hacer sus cambios”, comenta Leticia Pérez.

12. Conoce tu entorno. Negociar un salario, contratarse o hasta pedir una prestación implica conocer cómo se “mueven” estos conceptos en la industria en que laboras. Busca información sobre determinados indicadores en tu área, por ejemplo ¿cómo es la remuneración para tu puesto, en otra empresa? ¿qué tipo de competencia y conocimientos buscan en tu área? ¿qué ex compañeros te puede ayudar? Tener una radiografía de lo que sucede en tu sector representa una ventaja.

13. Sé un buen escucha. Comienza el año solicitando retroalimentación sobre tu desempeño: a tu jefe, compañeros de trabajo, en foros donde puedas exponer dudas sobre la manera en que te conduces en lo laboral. Con la información recabada, determina si exista otra manera de tener mayor eficiencia en lo que haces.

Fuente: CNNExpansión